viernes, 7 de mayo de 2010

Wasabi fields for ever.

Es verdad, mi vida transcurre sin sobresaltos, y lo agradezco. No siento mucha necesidad de escribir últimamente, ni de tener grandes cambios en mi vida. Adoro la tranquilidad de mi vida, el silencio y la falta de sobresaltos. La monotonía es igual en Japón, en España o en la China. Si es cierto que ha habido algunas novedades, en tanto a que ahora tengo un poquillo mas de responsabilidad en el trabajo por ser el mas antiguo del equipo y por tanto hago el rol de team leader. Esta bien porque gracias a eso mejoraron mis condiciones laborales. Por otro lado ya sabéis, responsabilidad implica riesgo y estrés. La verdad por el tipo de proyecto actual es manejable el nivel de estrés, aunque estar en casa del cliente siempre hace que haya presión ambiental. No obstante el ambiente es relajado. Es lo que tiene un proyecto de mantenimiento. No sé porqué vaya donde vaya al final acabo asumiendo roles de este tipo y manejando pequeños equipos de gente. Quizá simplemente aunque quiera no puedo evitarlo, acabo haciendo lo que he hecho durante años, gestionar equipos de trabajo, aunque sea de rebote, de forma técnica y sin buscarlo. No me siento mal por ello, todo hay que decirlo.

En cuanto a mi vida personal, es como un día sin olas en el Mediterráneo al sol, sobre todo porque parece que estemos ahora en verano mas que en primavera. Hace calor. Mis días de asueto transcurren yendo a Nakano Broadway a buscar libros de fotografía o de segunda mano. Sigo yendo al taiko, no he faltado en el año que llevo ni un día. Me hace ilusión pensar en los matsuri (festivales) de verano y en participar en alguno y darlo todo, porque he mejorado bastante en el año que ya llevo practicando, aunque siendo sinceros he perdido la ilusión que me hacia ir a los entrenamientos, porque dos chicas que eran mi referencia cuando iba ya lo dejaron y eso me entristeció un poco. Una de ellas me ayudaba mucho siempre y era muy amable conmigo, un corazón de sandía, dulce y refrescante, amable y bella, y la otra era un ejemplo adorable de la mujer japonesa distante, bella, guerrillera, agresiva, y conocedora de la tradición, que no se deja pisar por los hombres, y que tocaba el taiko con una perfección sublime. Me gustaba tocar con ella, porque siempre intentaba hacerlo perfecto, y me empujaba a dar lo mejor cuando me tocaba con ella, admiraba su concentración y su belleza. Simplemente el hecho de compartir con ellas las clases hacia que mis lunes de taiko fuesen además un momento para simplemente meditar sobre el carácter de la mujer japonesa, su belleza intrínseca sin palabras, y disfrutar simplemente viendo como actuaban ellas en la clase, cada una con su personalidad y su estilo propio. Las tardes de los lunes eran luminosas cuando ellas estaban. Dos chicas admirables. Es curioso como le tomas cariño a gente que esta poco tiempo rondando tu vida, y como desaparecen por completo de repente un día, y te pilla por sorpresa y pierdes la ilusión por las cosas, porque de repente cambia tu orden mental, dejas de ver a la persona que siempre estaba ahí, tus puntos de referencia... y te preguntas si todo lo que haces tiene sentido.

En cuanto al shinobue, sigo yendo dos veces al mes. Bueno este va a ser una excepción porque me he gastado demasiado en el viaje de la Golden Week, así que iré un solo día, pero voy mejorando. En la última clase el sensei me dijo que el sonido que sale ya es bastante limpio, que voy mejorando y que estaba contento. Quizá ese día yo estaba un poco triste o agotado y se me notaba un poco en la cara, pero es cierto que lo hago lo mejor que puedo y que siempre voy dos veces a Yoyogi al mes a practicar unas dos horas y media, con lo que más no puedo hacer. Eso sí, ya me toca comprarme otro shinobue de mejor calidad. El sensei me va a ayudar, pero ya he encontrado alguno en el que el sonido es claramente mucho mas rustico, atávico, más sonido a madera sonando, que en el hayashi shinobue implica ser más elegante, más tradicional, más real, más sincero. Estoy deseando comprar mi nuevo shinobue y empezar a tocar canciones, por ahora son amagos de notas sólo. Espero este año poder tocar en el evento de taiko con mis compañeros aunque sea sólo un poco, que al menos me dejen salir con ellos y acompañarles en la parte sencilla de la canción para la danza que preparan todos los años (arauma odori, danza del caballo salvaje)

Mi casa sigue siendo un remanso de paz. Afortunadamente y toco madera los vecinos son muy tranquilos. El silencio es fundamental. Y por favor, que siga así.

No hay quizá mas novedades. Marc, Vero y la chiquitina están por Tokio así que les he podido ver, ha sido genial. También estuvo Flapy una semanita, que le echaba de menos un montón. Cada vez que viene es un vendaval, pero como siempre le digo, me alegra mucho que venga por mi casa porque me obliga a romper con mi apatía (diría últimamente profunda aversión) por socializar con la gente (creo que podría ser en parte enfermedad mental mía), me rompe los esquemas, pero es justo lo que necesito. Tenemos total confianza y hablamos de todo. Me pone al día de su vida, yo de la mía, me da consejos para que me espabile y se alegra de las cosas que me van bien, y eso se agradece, alguien que se preocupa. Es como tener un primo o sobrino en casa. XD

En cuanto a lo de la gente, es verdad, cada vez me gusta más quedar con poca gente a la vez, pero me da pereza, me aburre y me desmotiva quedar en grupos de más de 4 personas. Me incomoda el ruido y socializar con tanta gente a la vez me desconcentra, a menos que sea con gente con mucha confianza claro. Cuando quedo así, me tengo que concienciar con muchos días de antelación, de tal forma que ese día estoy ya mentalizado y listo y por tanto con una predisposición adecuada para hablar con la gente. Pero me cuesta, y no es por no querer ser amable, porque seguro que con esas mismas personas si quedo en grupos mas pequeños seré más natural, sino porque cuando me veo en grupos tan grandes me siento muy incomodo. Así que ya sabéis si estoy distante, como en mi mundo o parece que paso de todo, no os preocupéis, es que me pongo así de forma automática cuando estoy en grupos grandes de gente, soy asocial.

He viajado en Golden Week. Así que os dejo algunas fotos. Por fin cumplí mi misión de ir a la granja Daio de wasabi (大王わさび農場, daiou wasabi noujou). Unas grandes extensiones de terreno (15 hectáreas en total) dedicadas exclusivamente al wasabi, el rábano verde picante que se usa para comer el sushi por ejemplo. Ya lo conocéis. Quería visitar una granja y ver cómo se cultiva, cómo se prepara y cómo sabe el wasabi diréctamente hecho de forma artesanal, recién sacado de la tierra. Y creedme, el sabor es totalmente distinto. Cuando se deshace en la boca puedes notar toda la textura de la planta, y un sabor más allá del picante, que es el de la propia hortaliza. Aproveché para sacar fotos de la granja, aunque sigo muy decepcionado con la Nikon D40. La culpa es mía de nuevo. En este caso ha sido por el uso del filtro polarizador que pongo por defecto. Más que ayudar desayuda. Se supone que es un filtro estándar que hace que la luz no sea tan agresiva a la hora de captarla por la lente y además permite conseguir mas color en el cielo, etc. Pero a todas luces provoca dos efectos en las fotos. 1) El sensor no es capaz de almacenar con nitidez las fotos y 2) Los colores se degradan. Por tanto se acabo eso de usar por defecto el filtro protector, que sólo usaré a partir de ahora para hacer fotos de carpas debajo del agua (para eso es muy bueno porque al polarizar el reflejo de la luz contra el agua la evitas y te permite ver el interior del agua, por ejemplo)

No obstante, he tomado la determinación de comprarme una cámara nueva e invertir parte de mi salario en ello... aunque me duela lo voy a hacer, porque cada vez me duele mas el resultado de las imágenes que consigo, porque estoy perdiendo oportunidades de sacar adelante fotos por culpa de la limitación de mi cámara. Aparte que la conversión que utilizo ahora de RAW a JPG es la del programa de Picasa porque perdí el programa original de Nikon... y me da que el conversor de Picasa pierde calidad (y encima no es parametrizable)... total, un puto desastre entre todas las cosas. Presupuesto al canto.

Aquí van unas fotos para acabar de los campos de wasabi y del castillo de la ciudad de Matsumoto (松本城 Matsumotojô, conocido por "el castillo de los cuervos" por su color oscuro)... ^_^ perdonad por la charla, pero ya que me he puesto a escribir con la apatía que tengo, mejor decirlo todo de seguido.

6 comentarios:

  1. Hola,

    Hace algún tiempo que sigo tu blog y la verdad que es uno de los que mas me gustan, no tanto porque hable de Japón (que me apasiona) sino porque eres franco y abierto con lo que sientes allí y me siento reflejado.
    LA verdad es que te envidio, por poder vivir en un país donde yo solamente puedo soñar vivir, aunque por tus vivencias nos acercas a la realidad mas allá de las excentricidades japonesas y los tópicos que nos llegan a España.

    Continua escribiendo de vez en cuando, como lo haces.

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  2. Dr. Karloff, muchas gracias por tu comentario (estoy en un teclado ingles, perdon) Intentare seguir escribiendo de vez en cuando, aunque curiosamente mi objetivo es algun dia poder desconectarme de internet (liberarme) definitivamente XD aunque como todos sabemos esa tarea es harto imposible en el mundo en que vivimos.

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  3. y el rabano ese te lo comes a bocaos cual pepino mediterraneo o tambien se hace pasta... si esta mas rico que el que conocemos todos menudo vicio tron...

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  4. Primo de Friker: no a bocaos no... XD hacen una pasta flipante!

    Wanderer: sip un poco, pero no tengo tiempo para tenerla mucho tiempo... tengo muchas cosas que hacer...

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  5. Por fin he visto el post... y me ha gustado mucho, las fotos son una pasada.
    Sobre lo de los grupos grandes y eso, a mi hay veces qe también me pasa y me tengo qe obligar a salir.
    Un besazo!!!

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